Con el final del verano voy recuperando las ganas de decorar (de nuevo) mi cuerpo con adornos de tinta lírica que customicen, un poco más si cabe, mi personalidad individualista y excéntrica...
Cada uno de mis tatuajes, como muchos lienzos humanos repetirán, es una línea de mi pasado marcada casi a fuego que me recuerda cada uno de los contextos en los que mis pequeñas obras de arte fueron concebidas...no es estética, es biografía.Pura y dura. Las biografías no te cansan, no pasan de moda y, lo mejor de todo, no necesitan aprobación, complementos ni corrección de errores, son lo que son, están donde están, no hay manera de cambiarlas ni adornarlas (por más que muchos se empeñen).
Mi último capricho artístico, lejos de las líneas picassianas de Alejandro Sanz o las oraciones en sánscrito de alguna que otra
celebritie, se limitan a una escueta frase latina que, por cierto, he descubierto como lema de la NASA .
PER ASPERA AD ASTRA (hasta las estrellas a través de la dificultad) simboliza para mí todo un camino por andar en un momento en el que poner orden y estabilidad en mi vida es la prioridad suprema.
No sé que reacción provoca la tinta en la piel pero la presión de la aguja en la subdermis favorece la fuerza de espíritu de los guerreros ancestrales que, por algún motivo, necesitaban también proteger sus cuerpos con armaduras de tinta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario