sábado, 11 de agosto de 2012

Cómo comprar en un rastro y no llevarte basura en el intento

Si nunca habéis comprado en un rastro es probable que os de un poco de reparo entrar (algunos no parecen demasiado glamourosos, lo sé). Superad los prejuicios, merecerá la pena. Lo primero es ir con la mente abierta, sin esperar encontrar nada y lo segundo es ir con tiempo porque buscar un tesoro puede llevarte una mañana entera.
Si tienes suerte, te enamoras de algo estratégicamente colocado, si no, desestrésate rebuscando entre las perchas y montañas de ropa, es divertido , lo juro.

Hay que tener en cuenta que las prendas no son iguales cuando están arrugadas y escondidas entre montones y montones de ropa que cuando están perfectamente conjuntadas y colocadas en tu cuerpo. Hay que ver el potencial de lo que tenemos entre manos, que una mala impresión no te prive de una buena compra.

Una vez encontramos algo "decente" observamos el estado general, desecharemos descosidos (a menos que nos guste mucho y se puedan arreglar fácilmente), rotos, bolitas y manchas...por muy barato que sea lo inútil es inútil.
Muy pocos sitios tienen probadores por lo que a veces es necesario ponerse la ropa sobre la nuestra para comprobar como queda (sí suelen tener espejos ya que muchas veces también venden antigüedades y muebles) , así que es mejor llevar ropa cómoda y si es posible falda, ya que permite probar pantalones y otras faldas con más facilidad.

Los centros REMAR o la SAL DE LA TIERRA son grandes minas de diamantes en bruto que, además sirven para ayudar en diferentes causas solidarias. Completa tu armario con solidaridad!

2 comentarios: